El Mavic Pro se ha vuelto un drone mucho más seguro, sencillo de usar y divertido. Esa estabilidad se logra haciendo uso de diferentes sensores, desde cinco cámaras hasta un barómetro, así como el uso complementario de tecnologías como GPS o Glonass. De modo que Mavic Pro se mantiene en vuelo estable incluso con rachas de viento de hasta 38,5 KM/h.
